Reproducimos íntegramente la entrevista de Lucía Verdeja a Enrique Pérez-Carrillo de la Cueva, presidente de AEPAE, para el medio onlinenews.es.

El acoso escolar o bullying se ha convertido en una lacra de la sociedad. Hoy se celebra el Día Internacional contra el Acoso Escolar y debe servir como día de reflexión para analizar la situación que vive el país por este asunto y cuales deben de ser los aspectos a mejorar.

Por ello, en Onlinenews.es hablamos con Enrique Pérez- Carrillo de la Cueva, presidente de la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar, AEPAE.

Pregunta: (P): Habéis implantado vuestro Plan Nacional para la Prevención del Acoso Escolar en 50 colegios de España, ¿cuál es el proceso para empezar a trabajar con un centro escolar?

Respuesta: (R): Lo hacemos bajo demanda. Contacta con nosotros el propio centro, o el (sic)  AMPA o el servicio de orientación del centro. La Concejalía de Educación de alguna localidad de un pueblo también nos ha contactado a veces. Alguna vez también nos ha pasado que ha sido el propio Ministerio. Por ejemplo, el año pasado en Logroño intervenimos en 18 colegios y fue por medio de la Consejería de Educación.

(P): Con el éxito demostrado que tiene vuestro Plan, ¿cuál es el problema para que solo se implante en 50 colegios?

(R): La implantación solo en 50 colegios es algo ridículo. Es en varios años, no solo uno. El motivo es muy sencillo. Nosotros cuando hacemos el Plan Nacional hacemos una intervención integral. Medimos en el pre y en el post para después de la intervención tener analizado el impacto real. Atendemos a las víctimas, hacemos un curso específico para los acosadores… Es un Plan Integral que no existe en ninguna parte del mundo. Tenemos gente en AEPAE que ha hecho de Trabajo de Final de Grado una comparativa con planes de otras partes del mundo como Finlandia o Estados Unidos, y ninguno es similar, al menos que por ahora sepamos.

Nuestro Plan Nacional es un plan incómodo porque realmente levanta la alfombra. Reduce en un 50% la incidencia general y en un 95% la incidencia en las víctimas severas, y esto no lo hace ningún plan. Es necesario y funciona. Por desgracia, muchas veces prefieren hacer algo mucho más ligero y genérico que realmente no es lo que hay que hacer para solucionar el problema.

Para que te hagas una idea de la importancia de lo que hacemos, en el año 2016 nos llevaron de la Comisión Europea a México para hacer una intervención y revisar los programas de prevención del acoso escolar de todos los promotores comunitarios de México con la Dirección de Infancia y de Familia.

Sin embargo, en España… Hemos comparecido en la Asamblea de Madrid hace un año y pico y más de lo mismo: ideologización del problema, palabras huecas… El día 6 de mayo estamos propuestos para hablar en el Congreso de los Diputados, no sé si nos lo permitirán o no.

También con la pandemia las cosas se han parado. No se puede entrar en los centros por el tema de los contagios, los grupos burbuja… Esperemos que el próximo curso académico las cosas se reactiven.

(P): En conclusión, vemos que aún existe una falta de concienciación del acoso escolar.

(R): El principal problema es que hoy día aún se contempla como un problema que se circunscribe a las aulas y va mucho más allá, es un problema de derechos humanos. En cualquier proceso de maltrato reiterado, que es como se define el acoso dentro del sistema educativo, hay muchas veces más cosas: xenofobia, violencia de género… Hay muchas cosas alrededor que no se quieren ver y es un problema porque si eso no se arregla la víctima va a tener su rol de víctima con esa indefensión aprendida incluso para toda su vida. De hecho, nos llegan mensajes de personas adultas que nos dicen que su vida es un infierno porque aún no lo han superado.

Y por el lado contrario, el de los acosadores, lo mismo. He estado dentro de juicios y sé que ese tema es una patata caliente que no se quiere coger o afrontar porque es incómoda.

También está el tema de medir la incidencia, se engaña desde lo público. Los estudios que ha habido en los últimos diez años, que si no recuerdo más son cuatro o cinco, nos dicen que la incidencia va entre un 9 y un 24%. Tomando el informe que da menos incidencia  hablamos medio millón de escolares que sufren acoso. Insisto, esto con el estudio más leve.

Sin embargo los informes de  las diversas consejerías y concejalías de Educación son un fraude. Dicen que hay 1%, que es algo residual… Y es mentira.

(P): Organizáis cada verano un campamento, ¿en qué consiste?

(R): Es para víctimas severas, que están viviendo una situación lamentable: estrés postraumático, autolesiones, tratamiento psiquiátrico.… Y no tienen como  salir de ahí.

El padre o madre tiene que tener capacidad económica para pagar un tratamiento de años, en el que cada consulta cuesta unos 60 euros, y tiene que ir como mínimo una vez a la semana… También es posible que en el pueblo rural del niño no haya psiquiatra o psicólogo.

Nosotros hacemos los campamentos con los recursos que generamos con la ayuda de empresas. Ni siquiera nos ayudan en esto. Es un poco lamentable, pero bueno… ahí estamos trabajando.

(P): ¿Los campamentos de verano tienen algún coste para las víctimas que acuden?

(R): No. Damos becas gratuitas. Hay empresas que nos ayudan, algunas nos piden hacer con ellos alguna campaña y después nos hacen una donación.

Este año vamos a dar 16 becas gratuitas, ya es el cuarto año que lo hacemos.

(P): ¿Cuál es para ti el mayor problema del acoso escolar?

(R): El obstáculo más importante es que cuando hay un problema de acoso escolar en cualquier centro escolar, el centro es juez y parte del proceso, y es un fraude. Obviamente, el centro va a minimizar el problema, a postergarlo, a decir que son cosas de niños… Tenemos cientos de casos de familias que llevan hablando con familias meses, e incluso años, aportando pruebas documentales, y el centro escolar sigue sin abrir el protocolo. Y si lo abre no lo enseña, con lo cual el protocolo está sesgado. Entonces llega a inspección educativa y obviamente en la gran mayoría de los casos lo desestima.

Al final las familias deciden cambiar al niño de colegio, que se revictimiza, pierde sus amistades y se tiene que ir a otro centro como un apestado.

(P): Teniendo en cuenta el auge de Internet, ¿es más peligroso el ciberacoso que el acoso escolar tradicional?

(R): El ciberacoso no empieza hasta 5º o 6º de primaria, que es cuando un niño comienza a tener smartphone. Sí es muy grave pero no es el acoso escolar, es una parte más. Digo esto porque muchas veces se hace prevención del ciberacoso, pero no del acoso y es un error. En AEPAE con nuestro plan hacemos prevención desde 1º de primaria. El ciberacoso es la caja de resonancia de lo que ocurre en el centro. No hay ciberacoso ajeno al centro y muchas veces a partir de ciertas edades el propio acoso vis a vis se amplifica en las redes sociales. Pero no va siempre junto. El ciberacoso no empieza hasta esas edades, antes no manejan WhatsApp ni Instagram, etc.

(P): Defendéis los videojuegos como una vía de escape para las víctimas, pero también señaláis la parte negativa (sedentarismo, juegos violentos…) ¿Ganan los pros a los contras?

(R): En ese artículo hay un decálogo sobre el uso responsable de los videojuegos. Si se respetan esos 10 postulados, los videojuegos son una herramienta más de ocio, ni peor ni mejor que otra. Si es cierto que hay niños que se autoexcluyen de lo real porque anticipan que les van a volver a maltratar o su grupo de amigos ya no le aceptan, y se refugian en lo virtual. Eso obviamente no es la solución, pero sí es cierto que de alguna manera es una válvula de escape que se debe complementar con la socialización en la vida real.

Hay que ser realista, hoy en día el mundo virtual tiene mucho peso en la vida de un niño y adolescente, entonces en vez de negar es más lógico fomentar el uso responsable.

(P): Respecto a los personajes que forman parte de la vida de la víctima (familias, alumnado, colegio…), ¿cuál de ellos tiene mayor peso en positivo?

(R): Obviamente la familia y también es importante si hay algún tipo de vínculo especial con algún profesor del centro. Muchas veces los niños y niñas no denuncian el acoso o lo han hecho y no se les ha hecho caso y no insisten. Pero si hay vínculo con alguna figura adulta dentro del centro es positivo.

Al final es la propia familia la que en la gran mayoría de los casos activa el proceso de investigación y denuncia. Lo más importante es el entorno seguro, y es la familia, porque el centro escolar se convierte en en terreno hostil para el niño.

(P): ¿Cuál es la situación actual del acoso escolar?

(R): Nosotros pensábamos que con la pandemia iban a subir los casos de ciberacoso y bajarían los casos de vis a vis, pero no ha sido así, de hecho, no han bajado los casos. No ha habido una variación sustancial. Si es cierto que por el confinamiento  pero la sociedad estaba en el coronavirus. Cuando ya se volvió a los colegios, los casos ya han vuelto a ser en frecuencia y en intensidad similares a la pre-pandemia.

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