Comenzamos nuestro tercer día de campamento, el cansancio se va acumulando, pero hay que seguir si queremos llegar al domingo con el máximo rendimiento y aprovechamiento.
En AEPAE -después de varios campamentos- tenemos claro que este día es una de las piezas angulares del campamento. El miedo es una emoción que forma parte de la vida, que no hay que eliminar, pero que hay que aprender a convivir con él y ver cómo queremos gestionarlo, aunque nos resulte incómodo.
Todas y todos acuden al campamento con miedo, al igual que sus familias. Son tantas las preguntas: ¿Estará bien?, ¿hará amigos?, ¿me aceptaran tal y como soy?, ¿será difícil el contacto cero con mi familia durante una semana?, etc.
La experiencia nos ha demostrado que -ante esta situación- la única respuesta posible es «enfrentar», aunque sea con miedo, porque postergarlo, sobreproteger, dejarlo de lado tiene una reacción totalmente adversa y multiplicadora a nivel experiencial. Cuántos niñas, niños y también adolescentes enferman físicamente por no sanar y confrontar sus miedos y realidades. Como les decimos en AEPAE: «el monstruo se hace más grande».
Con las herramientas adecuadas, con un sistema nervioso entrenado y activado para dar la respuesta correcta, se puede; discerniendo bien qué son miedos reales y cuáles, como nos pasa a todos los seres humanos, a veces, nos imaginamos.
Este tercer día es plenamente físico. Necesitamos registrar en el cuerpo otra realidad diferente para que, en caso de una nueva situación de miedo o pánico, la respuesta pueda ser otra a la habitualmente dada, porque ya se sabe: «si no hacemos algo diferente a lo habitual, nada cambia. Necesitamos mandarle otro mensaje al cerebro, para que entienda que es posible». Durante la mañana, visionamos cómo un animal más pequeño, como puede ser un erizo, es capaz de escaparse y salir vivo de una situación contra un leopardo, que es claramente mucho más grande. Esto mismo se traslada al cuerpo, cómo es posible que, a través de la defensa física, yo pueda vencer el miedo ante una posible situación de acoso. En muchos casos se ve claramente cómo hay una gran «indefensión aprendida situacional», donde muchos de ellas y ellos asumen que no pueden hacer nada, que es lo que les toca…por lo que la parte interesante es la movilización de dicha interiorización hacia otra alternativa diferente y más funcional.
Por la tarde, un clásico en los campamentos de AEPAE: Tirolinas y parque de cuerdas. Qué lugar tan fantástico para poner a prueba los miedos reales, los anticipados, los no reales y -sobre todo- la capacidad de superación. ¡Prueba más que superada en este sexto campamento!
Y en la noche…juegos, música y desconexión… 🙂 ¡no todo va a ser trabajar! Seguimos!!!!
Verónica Millán Ruiz
Área de Psicoasertividad de AEPAE
