Llegamos al último día de campamento, con la satisfacción de haber contribuido a construir un mundo mejor en el que no se permita el maltrato escolar. Un mundo en el que la diversidad no sea motivo de discriminación.
Por la mañana, último entrenamiento de CrossFit, en el que practicamos todos los ejercicios. A la finalización nos tomamos un breve descanso y realizamos un repaso general para el examen final en role playing en el que se enfrentarían a un proceso de acoso verbal y físico. Realizaron un examen extraordinario, que grabamos para mostrárselo a sus familias.
Finalizado el examen tuvieron un tiempo de descanso para hacer las maletas, disfrutar de la piscina y ordenar las habitaciones, antes de la hora de comer. Después de la comida, un rato de relax y descanso hasta que empezaron a llegar las familias para la presentación y la fiesta de despedida.
Una vez acomodados en el salón comedor, explicamos a las familias como había ido el campamento y los sucesos más sobresalientes. Y como no, algunas anécdotas divertidas y otras muy emotivas.
Pasamos a mostrar a las familias los exámenes. Pudimos ver sus caras de asombro al observar en la pantalla con qué seguridad y valentía se defendían. A continuación realizamos la entrega de diplomas. Nuestro maestro de ceremonias fue llamándoles, destacando la cualidad más sobresaliente que habían mostrado en el campamento: valentía, compañerismo, empatía, generosidad… Después decían unas palabras sobre lo que había supuesto la experiencia del campamento. También sus padres y madres tenían que decir unas palabras de apoyo y reconocimiento. Fueron testimonios muy bonitos y emotivos, llenos de sinceridad y agradecimiento. Hay que destacar a Asier, al que no le gustaba hacer deporte en absoluto, cómo se atrevió a hacer un burpee delante de las familias, orgulloso del logro. O Natalia, la mayor del grupo, como expresaba con firmeza y una madurez extraordinaria para una adolescente de 15 años, lo que había supuesto para ella el campamento: un punto de inflexión. La sensación de que podía superarlo y enfrentar los problemas con valentía e ilusión.
Enrique Pérez-Carrillo de la Cueva
Presidente de AEPAE