Ya estamos en el sexto día, cuyo hilo conductor sería el reconocimiento y la gestión de las emociones.
La sesión matutina de Cross Fit fue excelente: más intensidad y ritmo y una gran implicación de todo el grupo. Fue emocionante como se esforzaban en hacer un burpee con todas sus ganas.
En la sesión de teatro corporal y autodefensa, asentamos los conocimientos anteriores y avanzamos en el entrenamiento que necesitaba en algunos casos, herramientas más contundentes ante el tipo de maltrato que habían recibido en sus colegios e institutos. Un gran avance en el entrenamiento y una mejora en la capacidad de autodefensa asertiva.
El siguiente taller fue de construcción con arcilla. El artista Venancio de Lucas, impartió un didáctico taller sobre como moldear con arcilla, en el que esculpieron sus figuras con imaginación. Tiburones, dinosaurios, erizos y figuras humanas fueron secadas al sol después de su ardua elaboración.
A este taller asistieron dos niños y una niña del anterior campamento, que hablaron de su experiencia del año anterior y como les había ayudado el campamento a superarse y recuperar las riendas de su vida. Dieron testimonios optimistas, valientes y motivadores, expresando al grupo el mensaje de que el acoso escolar se puede superar.
Llegamos a la comida, al descanso y a la piscina, para después de la merienda hacer la asamblea y prepararnos para la cena. Después de la cena tuvo lugar una fiesta de despedida con la temática de la diversidad, en la que pudieron disfrazarse, bailar, cantar y divertirse. Parecía increíble que estuviesen bailando, riendo y cantando con total libertad, desinhibición y alegría. Qué cambio más sobresaliente desde el primer día en el que reflejaban timidez y falta de autoestima.
Después de la fiesta y con el cansancio acumulado de la semana, cayeron rendidos en sus camas.
Enrique Pérez-Carrillo de la Cueva
Presidente de AEPAE