¡¡Llegó el día!! Día de nervios, de incertidumbre, de primeras veces, de alegría, de tristeza, de miedo, de “qué pasará”, de “qué haremos”, de compañer@s, de futuros amig@s, de “qué aprenderemos”, …
Para much@s es el primer día que duermen fuera de casa, una mezcla de miedo a la novedad y coraje para ponerse en marcha, ese coraje que se necesita para hacer un cambio: el propio.
Y también para nosotr@s, los monitor@s. Tras meses de organización, logística, llamadas, entrevistas e informes, hoy empieza otra etapa; comenzamos temprano, ordenando el material, organizando las habitaciones, colocando las lonas y preparando el espacio para la gran hora: la bienvenida.
A las 10 de la mañana ya hay familias en la puerta. Comienza el goteo de niños y niñas venidos de toda España con el fin de aprender, disfrutar e interiorizar todas las herramientas y recursos que tenemos preparados para que puedan enfrentar la gran lacra que les ha tocado vivir durante el curso: el acoso escolar.
Y como todo comienzo empezamos presentándonos: presentamos el campamento y nos presentamos cada uno de nosotr@s, los monitores/as, para después dar paso a dos grupos: los alumnos y sus familias.
Y mientras las familias son atendidas por dos responsables del campamento, informándoles de las normas, respondiendo dudas y despedirles entre emoción, mucha emoción, al otro lado de la puerta arranca el campamento.
Nos colocamos la camiseta de AEPAE y, como un gran equipo, empezamos: distribución de habitaciones, presentación de compañer@s, establecimiento de normas, objetivos y evaluaciones. Conocemos el espacio y nos vamos conociendo.
Con el fin de hacernos responsables, establecemos las normas, y lo haremos entre todos/as. Será en un lugar que visitaremos cada día: la asamblea. Un espacio donde evaluaremos nuestra evolución y nuestro día a día. Donde abordaremos nuestros porqués y paraqués, nuestros objetivos, nuestros logros y desafíos.
Queda un largo día por delante cuyo objetivo es la desinhibición, entendiendo ésta como hacer que alguien pierda la inhibición o se comporte con espontaneidad. Es decir, que comience a ser uno mismo.
El comedor es la segunda parada del viaje de este primer día, después de la asamblea. Aquí también hay normas. Una vez claras y con el estómago lleno nos vamos a desinhibir con un rato libre, un momento de libertad y espontaneidad, al que seguiremos con otra desinhibición que nos aportará frescor en este acalorado día: un remojón en la piscina.
Y tras la merienda, comienza el primer taller de la tarde, Mª José Serrate, pedagoga experta en clown, nos ofrece un rato “de narices” y muchas risas. Nos enseña a ser payas@s y a reírnos de nosotr@s mism@s. Con la imaginación puesta al servicio de la risa también salen a la luz comportamientos quizás inhibidos…
Terminamos el taller y nos reunimos en asamblea. Ese espacio que habíamos inaugurado por la mañana y que visitaremos cada día donde resolveremos conflictos, evaluaremos progresos, expondremos nuestros objetivos y validaremos el cumplimiento de nuestras normas.
El hambre acecha tras un día largo en kilómetros e intenso en emociones. Es un día casi completo, casi porque después de la cena falta conocernos un poco más. La mejor forma de saber es preguntar. La mejor forma de conocernos es preguntarnos. Y así comienza la velada de la noche, con un juego de hacernos preguntas que nos lleve a darnos respuestas, a acercarnos a quienes somos.
¿Sabemos realmente qué nos gusta? ¿Qué se nos da bien? ¿Cuál es nuestro talento? ¿Y si hiciéramos un taller que nos mostrara esa cara de mí que aún desconozco? Sería un buen paso para acabar desinhibiéndonos. Un juego, unas preguntas, una reflexión, unas respuestas y un mapa que te muestra cuál es tu talento.
Y con tanta intensidad, emoción y desinhibición, los cuerpos piden a gritos silencio y descanso.
Hoy ha comenzado un viaje. Desde AEPAE tenemos una maleta cargada de conocimiento, confianza, seguridad, recursos y profesionalidad envuelta en el embalaje más resistente del mundo: el amor. Es un viaje con pasaporte a la felicidad.
Hoy, desde AEPAE, os damos la bienvenida a uno de los mejores viajes que podéis hacer en vuestra vida con ayuda de nuestra maleta: “Un viaje hacia vosotr@s mism@s.”
Ana Diez
Trabajadora Social de AEPAE
