Por fin llegamos al último día del campamento con el cansancio de la semana y con la satisfacción de haber realizado el ejercicio de role playing el día anterior, en el que se demostraron a sí mismos que la indefensión aprendida empezaba por fin a ser superada. No hay mayor satisfacción para el equipo docente de AEPAE, el percibir ese cambio en sus posturas, en su manera de relacionarse, en el uso de la voz, en la capacidad de proteger su espacio personal y saber defenderse de manera asertiva y valiente de una agresión física.
Hoy me tocaba hacer la levantada, y elegí como de costumbre, la canción “Eye of the tiger”, de la película Rocky: potente y motivadora. Una vez terminado el desayuno, hicimos un resumen del trabajo físico realizado durante la semana. El Cross Fit de base, adaptado a su edad y forma física. Ejercicios de resistencia y fuerza realizados con el peso de su propio cuerpo. La competencia física es una pieza importante en la recuperación de la confianza y la autoestima. Se llevaron una tabla de ejercicios para generar hábitos saludables y una aceptable forma física. Fueron conscientes de que merecía la pena mantener y mejorar los progresos que ya eran evidentes en esta semana de campamento. Después tuvieron un breve descanso y refrigerio, antes de pasar al repaso de autodefensa.
Antonio y yo repasamos el protocolo de defensa de la integridad física y reforzamos algunos conceptos para que mantengan la asertividad y la valentía como un hábito necesario. Fue una sesión muy productiva y les sirvió para asentar los conocimientos adquiridos. Después, tuvieron su rato de piscina, para relajarse y refrescarse.
A la vuelta de la piscina, se sentaron a comer por última vez, ya que después, comenzarían a llegar las familias. Subieron a las habitaciones a preparar su maleta y la bajaron al salón, donde estarían con el resto de compañeros y compañeras.
Fueron llegando las familias, escalonadamente, y bajaron a la sala de vídeo y asamblea, donde Goyo y yo los recibiríamos. Les mostramos el vídeo del examen en role playing y les trasladamos nuestras impresiones sobre lo acontecido durante la semana con su hijo o hija. Les comentamos cuáles habían sido sus objetivos del primer día y lo que habían logrado. Muchas madres y padres se emocionaron al ver la grabación, y percibir el cambio en su comportamiento. Su seguridad y autocontrol mostraban que su indefensión aprendida ya no formaba parte de su actitud.
Terminamos a última hora de la tarde, y subimos a recoger nuestro equipaje y materiales y cargar la furgoneta. El campamento había llegado a su fin. Las despedidas con los compañeros y compañeras del equipo docente, y el viaje de vuelta con la sensación de haber aportado alegría y esperanza en las vidas de estos niños, niñas y adolescentes, con los que ya teníamos un vínculo, tras una semana muy intensa.
Como presidente de AEPAE, tengo que agradecer a todas las personas que han hecho posible el campamento. En primer lugar, al extraordinario equipo docente de AEPAE: Goyo, Pacheco, Jorge, Antonio, Alba, Verónica y Fuen. Puro amor, compromiso y profesionalidad. Un equipo que funciona como un engranaje bien ajustado y en perfecto equilibrio, asumiendo el rol que es necesario en cada momento, con una implicación y empatía fuera de lo común. En segundo lugar, a los profesionales que acudieron a impartir los talleres externos temáticos de cada día: María José Sarrate, Tony Estruch, Álvaro Funkestein, Dani Sifer, Mario Borrero, Alicia Beato, Cristina López, Sergio Garrido y Carlos Lagarón. Agradecimientos también a Jorge Barderas por su labor de grabación y edición de vídeo, Mario Rubio por su estupenda casa rural del Nido de las Mariposas, y a Beatriz Gutiérrez, de la Hostería de Fresnedillas, por su comida casera, sabrosa y sana -especial mención a sus bizcochos-.
Por último, agradecer también a las empresas que nos apoyan, para este campamento y para nuestra labor como asociación de utilidad pública, que no recibe, por cierto, ni un solo euro de subvención, a pesar de ser recurso de derivación del teléfono público contra el acoso escolar. Gracias a Cuétara, Fundación Colacao, Maxibon, Caseesports y Kolsquare. Esto sí que es responsabilidad social corporativa.
Gracias de corazón.
Enrique Pérez-Carrillo de la Cueva
Presidente de AEPAE