Me he formado en desarrollo personal durante los últimos 30 años y creo en las capacidades innatas de cada individuo como persona única, por lo que acompaño y doy formación a adolescentes para ayudarles a descubrir su talento y sus capacidades innatas. Durante años he emprendido proyectos innovadores y he ayudado a otras personas a crearlos y ponerlos en marcha.
Nombre:
Ana Diez Cuesta
¿Cuál es tu función dentro de AEPAE?
Formo parte del equipo de acción social de AEPAE. Soy delegada de AEPAE en Valladolid. Mis funciones son: sensibilizar a alumnos, profesores y familiares sobre el acoso escolar y apoyar a aquellas familias que lo solicitan ofreciéndoles la información y apoyo que precisan en su demanda. La sensibilización es la primera herramienta con la que contamos para la prevención del acoso escolar, que actualmente está siendo un lastre en nuestro país.
Aparte de colaborar con AEPAE, ¿a qué más te dedicas?
Soy trabajadora social y emprendedora vocacional. Estoy inmersa en varios proyectos, aunque todos tienen un nexo común: el empoderamiento del ser humano y la justicia social. Creé mi propia ONG hace 17 años para ayudar a niños y niñas huérfanos en África, concretamente en Uganda y llevo inmersa en ese proyecto desde entonces ampliando la intervención social en diferentes áreas: 2 colegios, 1 cooperativa de mujeres, 1 proyecto de turismo solidario y un programa integral con la etnia Batwa.
¿Cuál es tu formación académica?
Estudié trabajo social. Mi afán de búsqueda y conocimiento del comportamiento del ser humano hizo que desde muy joven comenzara a buscar formación en desarrollo personal, y desde hace 30 años no he parado de formarme en materias que nos acerquen al conocimiento de las personas a nivel físico, psicológico, emocional y espiritual. Me he formado en terapias de todo tipo que abarcaba todas esas áreas: naturopatía, medicina china, descodificación, inteligencia emocional, coaching, PNL, ingeniería emocional… Después de trabajar la parte interna del ser humano quise saber cómo desarrollar esa parte fuera y me formé en marketing y ventas.
¿Cómo llegaste a formar parte de AEPAE?
Fue un tema personal. Dicen que a veces el propósito de cada uno viene dado por la propia herida vivida. En mi caso, mi hijo sufrió acoso escolar y eso fue el motivo que me impulsó a intervenir más allá de mi. Contacté con AEPAE para solicitar ayuda e información para saber los pasos a dar como madre y después quise hacerlo como profesional, para poder ayudar a otras familias y chicos/as que estuvieran pasando por una situación similar.
Contacté con Enrique, presidente de AEPAE, me comentó cómo trabajaban. Me pareció interesante e imprescindible poner en marcha una delegación más en la ciudad de Valladolid, y así empezó todo.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo en AEPAE?
Me gusta el enfoque multidisciplinar y el trabajo en equipo. Me gusta la profesionalidad, la humanidad y la vocación de los profesionales.
Considero importantísima la prevención a través de las charlas en colegios e institutos, para abrir conciencia y ofrecer conocimiento e información, para no dar cabida a las excusas frente al acoso y me gusta la intervención integral que se lleva a cabo con todos los agentes implicados: docentes, familias, niños/as y jóvenes, implicando a todos los actores que intervienen en este escenario y ofreciendo herramientas concretas a cada uno de ellos para aplicar y resolver.
¿Por qué decidiste dedicarte al trabajo con la infancia/juventud?
He trabajado con muchos colectivos a lo largo de mi carrera profesional y los niños y jóvenes me han ganado.
Tienen la energía del “todo se puede” . Aún no están nublados con miles de creencias, ni “yo ya lo sé todo”.
Son una hoja en blanco con ganas de saber, conocer y explorar. Y una gran oportunidad para abrir nuevas puertas a la humanidad.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
He sido una gran viajera y aventurera. He viajado por el mundo con una mochila, he vivido aventuras y he corrido riesgos y de todo aquello aprendí durante muchos años, de lo que más aprendí fue de tolerancia a la diferencia y adaptación a otros entornos. Hoy amo la vida tranquila, un buen vino con una profunda conversación con amigos por la tarde, un desayuno frente al mar, leer un libro de crecimiento personal con una mantita, un día sin hacer, solo estar, una charla, hacer ejercicio, una comida rica, un paseo con mi hijo, una buena conversación con mi pareja.
Creo que mi vida es un tiempo libre constante, ya que todo lo que hago está en coherencia con lo que quiero, creo y soy. Te diría que a día de hoy mi vida profesional y personal es mi tiempo libre. Vivo en un tiempo libre completo. Igual suena raro, pero es como lo siento.