SINOPSIS:

La película está protagonizada por un niño y una adolescente. Ambos se encuentran por casualidad mientras huyen de sus vidas y emprenden una aventura con destino a París. La razón del viaje es el descubrimiento, por parte del niño, de un libro: «El mito de Sísifo» de Albert Camus, y su intención es ir a ver al escritor para decirle que se equivoca. En el camino, a modo de road-movie, ambos jóvenes irán pasando por distintas peripecias y tratando de descubrir el sentido de la vida. Tras la experiencia cambiarán su perspectiva.​

Cine sobre acoso escolar: «Jean-François y el sentido de la vida»

Sobre el acoso escolar (contiene partes relevantes de la película):

Francesc -así se llama el niño de 13 años- sufre acoso escolar por parte de un compañero y su grupo de observadores, nadie hace nada por ayudarle. La directora -que presencia un ataque directamente- trata de solucionar la situación de una manera incompleta, quitando importancia al asunto y, a la postre, dejando a Francesc de nuevo desprotegido. Por otra parte, uno de sus profesores tampoco repara en la situación como debería, expulsando a la víctima y al acosador del aula al mismo tiempo, lo que desencadena el resto de la película. Francesc se encierra en el baño para evitar la violencia del acosador y allí encuentra un libro de Camus, que le cambia la vida, no por lo que el libro dice, si no por lo que le hace pensar al leerlo. Desde ese momento se escapa de casa para evitar volver al colegio y tratar de comprender el sentido de la vida.

Pone rumbo a París, y en el camino conoce a Lluna, una adolescente díscola que también suele escaparse de casa, aunque en este caso no conocemos la razón. Ambos irán a Francia con un coche destartalado, y en ese camino se descubrirán a ellos mismos. Lluna descubre el desamor de un amor de verano; y Francesc se abrirá a esa misma sensación respecto a Lluna, en un viaje que sirve de catarsis para ambos, y como final de su intensa y breve relación. De ese modo se cumple la lección de Sísifo, teniendo que superar su primera decepción.

Al volver a casa se produce un episodio relacionado con el suicidio, que es un tema que sobrevuela toda la película -en parte por cómo lo describe Camus- y que tiene que ver con el propio bullying, que limita las posibilidades y el potencial de la víctima; y con la búsqueda del sentido de la vida respecto a lo que nos sucede. Por suerte, su madre llega a tiempo para evitar la tragedia.

De nuevo en el colegio, tras la peripecia vivida, el acoso escolar parece que ha desaparecido para Francesc y, aunque no nos muestran la razón, posiblemente se debe a la confianza obtenida por la experiencia que ha vivido. Pero el bullying no ha desaparecido del colegio, ya que los mismos acosadores ahora tienen una nueva víctima.

Francesc puede, por fin, desarrollar su propia forma de ser, orientada a los libros y al descubrimiento del amor en otra compañera del colegio. En ese momento se cierra esta fábula existencialista en la que lo absurdo se abre paso gracias al amor, otorgando el sentido de la vida ansiado por el protagonista y sorteando, de ese modo, el suicidio como respuesta.​

Rubén Gil Uceda
Área de Autodefensa de AEPAE

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