Entre la hipocresía y el oportunismo.

Como Presidente de la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar, Maestro Internacional de Defensa Personal, C.A.P. en Geografía e Historia por el Instituto de Ciencias de la Educación, y Licenciado en Periodismo por la Universidad Europea –nombrar aquí mis credenciales no es un ejercicio de ego, sino delimitar cuál es mi capacidad y conocimiento para hablar de este tema en concreto-, creo necesario aclarar varios acontecimientos que se están produciendo en España en los últimos meses en relación a las artes marciales y su utilización en la prevención del acoso escolar.

Hace unas semanas salía una noticia en los medios de comunicación en la que se denunciaba a un gimnasio por incitar a la violencia, al impartir clases de Krav Maga para prevenir el acoso escolar, con una posible multa de hasta 60.000 euros. Poco después los profesores del citado gimnasio se disculpaban por haber ofertado este tipo de cursos.

Cuando me preguntan si las artes marciales son la solución para prevenir el acoso escolar, digo rotundamente que NO, pero SI son una herramienta beneficiosa para mejorar la confianza y autoestima de los niños, niñas y adolescentes, pero de la manera adecuada. En nuestro país hay mucha hipocresía y seguidores de lo políticamente correcto. La fotografía del anuncio del curso no es muy afortunada y el arte marcial que lo desarrolla –el Krav Maga-, desarrollado en sus orígenes para las fuerzas militares israelíes y cuyo fin principal es eliminar al adversario lo más rápidamente posible, no parece a priori, lo más adecuado. Pero escandalizarse por la fotografía de dos niños peleándose, cuando la sociedad está plagada de contenidos violentos a los que tienen acceso los más jóvenes en programas de  televisión, videojuegos y contenidos agresivos en cualquier buscador de internet, nos parece una hipocresía, más aún, cuando muchos padres, son los primeros en decirle a sus vástagos. “hijo si te pegan, pégales tú más fuerte”.

No dudamos de la buena intención de este gimnasio, pero es cierto que han surgido multitud de oportunistas, que ofertan este tipo de cursos sin la preparación y el conocimiento adecuados. El mensaje no es correcto y efectivamente puede ser perjudicial para la educación de un niño: pensar que la violencia es la solución a la violencia, y esa es la impresión que se tiene con el citado anuncio.

Hace unos días acabo de ver otro anuncio en Facebook en el que ofertan un curso de formación a profesores de actividades deportivas, con el respaldo de un diploma federativo del departamento del arte marcial Win Tsun de la Federación Española de Lucha, en el que en su programa, destaca como una de las materias: “maquillando el acoso escolar con juegos de niños”. Cuando hablamos del acoso escolar, no hay que maquillar nada, sino hablar muy claro, para que los niños sepan diferenciar perfectamente qué es y qué no es el acoso escolar. Y el término juegos de niños no es muy oportuno, cuando es una frase recurrente para invisibilizar el acoso escolar: “son cosas de niños”, aunque se proponga como estrategia de abordaje, la terminología puede crear confusión.

Pero no seamos hipócritas, ¿no tiene un niño derecho a defenderse cuando le agreden, no existe la legítima defensa? El problema viene cuando las cosas se hacen sin la preparación adecuada, porque en el acoso escolar no todo vale. Si la actitud que podemos percibir en la fotografía del anuncio de Krav Maga es agresiva, no es un mensaje correcto. La actitud que tenemos que transmitirle a nuestros hijos es la actitud asertiva. Y mensaje para los seguidores de lo políticamente correcto: la actitud pasiva que defienden muchos de: “si te acosan no le hagas caso y si te molestan mucho, díselo al profesor”, tampoco es la correcta y demuestra un desconocimiento muy grande de lo que representa el acoso escolar para una víctima. Hay que contárselo al profesor y a los padres, pero el niño también tiene derecho a decir NO, a decir BASTA, a no callarse cuando le insultan o le amenazan y por supuesto a proteger su integridad física, con las herramientas asertivas necesarias.

Como reflexión personal, hace un mes impartí una ponencia sobre el acoso escolar en colaboración con el Juez de Menores D. Emilio Calatayud en Granada y resaltaba D. Emilio, que es correcto enseñarle a un niño a defenderse cuando le agreden, pero de la manera adecuada y sin incitar a la violencia, de la manera que lo hacemos en AEPAE, con la metodología precisa. Para los políticamente correctos, pero alejados de la realidad de las víctimas de acoso escolar, que se escudan en seguir el protocolo de actuación, habría que decirles que entiendan que el acoso escolar crece como una bola de nieve cayendo por la ladera de la montaña, que aplasta a quien encuentra a su paso, y cuya última barrera es la física: invadir el espacio personal de la víctima para intimidarle, agredirle o quitarle algo que le pertenece. Hay que hacer prevención eficiente, y eso es lo que estamos haciendo desde AEPAE. Las medidas reactivas, son necesarias cuando no hay más remedio, pero por favor, de la manera correcta.

En AEPAE llevamos trabajando desde hace casi casi 15 años, cuando casi nadie hablaba del acoso escolar en España. Ya hemos ayudado a más de 3.000 víctimas de acoso escolar y hemos intervenido con más de 10.000 niños, niñas y adolescentes en la prevención del acoso escolar, y seguimos creciendo y avanzando.

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